35 docentes de agrupaciones musicales comunitarias trabajaron sobre el desarrollo de herramientas didácticas para fortalecer el trabajo dentro de los semilleros.
■ Fue impartido por Roberto Beltrán Zavala, director de la OSUG, y Roberto Renteria Yrene, coordinador artístico de las agrupaciones musicales comunitarias del SNFM.

Maestros y directores de orquesta, procedentes de Michoacán, Ciudad de México, Estado de México, Campeche, Aguascalientes y, de Celaya, León, Salamanca y San Francisco del Rincón, Guanajuato, se dieron cita en el Taller de Dirección Orquestal Comunitaria, organizado la semana pasada, por el Sistema Bajío de agrupaciones musicales comunitarias en León, Guanajuato.

taller direcccion orqEntre otros temas, se abordaron las funciones de un director musical comunitario, acciones a emprender dentro de una agrupación, cómo lograr que un niño sin instrucción musical alguna se integre desde el primer día a la práctica musical colectiva, así como cuáles son las herramientas pedagógicas a utilizar para trabajar aspectos técnicos del quehacer musical.

El taller, al que acudieron 35 maestros y directores de orquesta, fue impartido por Roberto Renteria Yrene, coordinador artístico de las 100 agrupaciones musicales comunitarias bajo la tutela del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM); y Roberto Beltrán Zavala, director musical de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG).

A decir de Renteria Yrene, este taller tuvo como objetivo fortalecer el entrenamiento de los directores y maestros de las orquestas musicales comunitarias, dotándolos de herramientas para el desarrollo de su trabajo; sensibilizarlos hacia la razón de ser de este enfoque comunitario que delinea el trabajo y actividades de estos Semilleros.

“El director de una agrupación comunitaria se enfrenta al hecho de estar frente a un grupo de niños que, en su mayoría, se acerca por primera vez a la música, por lo cual debe guiarlos de manera lúdica, con ayuda de los maestros de especialidad instrumental, con el objetivo de que exploren todas sus capacidades, o incluso, para integrar a los de nuevo ingreso, deben buscarse herramientas pedagógicas que logren integrar al pequeño desde su primer día dentro de la agrupación, sin importar el nivel musical con el que cuenten en ese momento”.

Asimismo, explicó que un director de orquesta comunitaria no solo se limita a buscar que la agrupación “suene”, también debe desarrollar aptitudes de liderazgo que vayan más allá del quehacer musical (ensayos, reuniones académicas y conciertos) y provocar la sinergia entre la comunidad (padres de familia, maestros, alumnos, vecinos, asociaciones civiles e instituciones públicas) con el objetivo de que participen en este proyecto y lo hagan suyo.

“La razón para crear agrupaciones musicales comunitarias es que los niños y jóvenes se desarrollen de manera integral a través de la práctica musical en grupo, que adopten y fortalezcan valores como la disciplina, el respeto y el trabajo en equipo; y también que la comunidad que los rodea se involucre en cada uno de sus procesos (producción, organización, realización de actividades), porque ¿cómo vamos a generar un cambio en la sociedad, sin la participación de todos sus miembros?”

En este sentido, Renteria Yrene señaló el objetivo del SNFM es que los 100 Semilleros creativos que coordina, en el marco del Programa Cultura Comunitaria, se reconozcan como un espacio de creación y participación multicultural para el desarrollo integral de niños y adolescentes, donde tocar un instrumento o cantar sea el motor que provoque un cambio en el devenir de la sociedad.

“Las orquestas, bandas, ensambles y coros comunitarios que coordinamos para nada son de asistencia social, donde los padres llevan a sus hijos a practicar música como hobbie; el uso del arte como herramienta de desarrollo individual y colectivo requiere de la sistematización de su enseñanza y aprendizaje, siempre a través de la práctica, la emoción y de la permanente reflexión sobre la misma. Queremos que en cada uno de nuestros Semilleros brote el deseo del cambio y desarrollo, que la sociedad e instituciones los volteen a ver y se involucren con ellos en este cambio”, dijo.

En este taller se subrayó lo importante que es la comunicación no verbal con los niños, es decir, la gesticulación y el aprovechamiento de su corporalidad para la generación de impulsos que permitan canalizar el manejo de la emoción; sensibilizarlos a que deben ser incluyentes, no diferenciar al que toca mejor de otro, la idea es que ellos se sientan en un ambiente de igualdad, y la importancia de utilizar las analogías o metáforas para explicar aspectos técnicos y musicales.

Explicó que el maestro Roberto Beltrán Zavala, director musical de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), trabajó las diferentes formas de abordar un repertorio desde un punto de vista más técnico, pues recordó que, aunque los Semilleros creativos del SNFM no buscan formar músicos profesionales, sí es necesario que sus maestros y directores se capaciten en todos los aspectos.

Como parte final de este taller, algunos participantes dirigieron en el concierto de clausura a la Orquesta Líderes del Sistema Bajío, la cual está integrada por 86 menores de 17 años de edad, que han desarrollado habilidades musicales de manera sobresaliente y que en muchos casos han manifestado su deseo de dedicarse a la música de manera profesional. el sábado 22 de junio en el Teatro del Bicentenario del Forum Cultural Guanajuato.

En este sentido, Renteria Yrene informó que la detección a talentos es otro de los rubros que atiende el SNFM en sus diversos Semilleros. En el caso del Sistema Bajío se encuentra esta orquesta que es una plataforma de preparación para estos jóvenes interesados en realizar sus estudios de licenciatura en música. (Boletín)