Además de capacitar a bibliotecarios, estudiantes y promotores culturales, hay iniciativas digitales para acercar los libros a toda la población.

La Secretaría de Cultura participa en la Estrategia Nacional de Lectura a través de dos de sus direcciones generales: la de Bibliotecas y la de Vinculación Cultural, a fin de mejorar los recursos materiales e infraestructura, pero también, trabajar de la mano con las personas, encargadas de bibliotecas, estudiantes, lectores y población en general.

sriacultMuestra de ello es el trabajo directo con los bibliotecarios, para quienes se prepara una plataforma en línea que les permita mantenerse en constante capacitación.

“El bibliotecario se tiene que convertir en el principal promotor de la lectura, para eso necesita una capacitación continua, que no solo sea en temas de funcionamiento de la biblioteca, sino que promueva la lectura”, afirma en entrevista Marx Arriaga, director general de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura.

Para ello, desde hace unos meses, se construye una plataforma en línea que permita a los bibliotecarios capacitarse de forma constante, más allá de los cursos básicos presenciales. Se estima que el sistema estará listo en el mes de agosto y, a finales de año, se tendrán en línea los primeros cursos a distancia para bibliotecarios.

Aunado a ello, explica, se han firmado acuerdos con 12 universidades del país, con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y maestros normalistas, para que estudiantes puedan hacer su servicio social en las bibliotecas del país y desarrollar proyectos de fomento a la lectura.

“Para los jóvenes que hacen ese servicio social, la Dirección General de Bibliotecas (DGB) tiene todo un programa de capacitación para el fomento a la lectura y, una vez capacitados, van a las bibliotecas a hacer promoción de lectura”, comenta el funcionario.

Además, en conjunto con la Dirección General para Profesionales de la Educación, perteneciente a la SEP, se implementará un curso piloto en línea para que maestros normalistas fomenten la lectura en las aulas.

Esto, además de los trabajos que la DGB realiza como parte de su mandato de ley, que consiste en el mantenimiento de la Red Nacional de Bibliotecas, proyectos que se impulsan en conjunto con los estados y municipios.

Así, los esfuerzos llegan también al ciberespacio, donde la DGB puso en línea el catálogo Zapata, el cual permite localizar un libro, consultar su temática e identificar, a través de la tecnología de geolocalización, cuál es la biblioteca pública más cercana según la ubicación del usuario, consultar qué servicios ofrece -acceso a internet, sala para niños, entre otros-, así como los horarios de atención.

Zapata, iniciativa inédita, enfrenta el reto de la localización de los acervos que contienen las 7 mil 453 bibliotecas públicas de la red, y para ello se ha llevado a cabo la depuración de listados, algunos originados desde el año 1984, así como la creación de otros. Es una plataforma desarrollada por la DGB que se alimenta cada día. Al cierre del mes de junio tenía en línea información de más de 200 bibliotecas y una cifra superior a un millón de libros registrados.

El trabajo de la Secretaría de Cultura para no dejar a nadie atrás e impulsar la apropiación cultural a través de la lectura abarca también a la Dirección General de Vinculación Cultural, en el programa Cultura Comunitaria, a través del cual se realizan actividades de fomento a la lectura y la escritura en las comunidades de atención prioritaria.

En el marco de Misiones por la diversidad cultural, se trabaja en los municipios de la mano con las comunidades para detectar las necesidades culturales; generar espacios de posibilidad, encuentro e intercambio de saberes y experiencias locales; así como un mecanismo para diseñar un mapa de la infraestructura, agentes y prácticas artísticas y culturales.

Dentro de esta estrategia están los Jolgorios (celebración pública de arte y cultura), donde promotores trabajan en talleres libres, por ejemplo: de poesía con infancias en lenguas indígenas; narraciones orales, o bien, realizan juegos de mesa como memoramas y loterías que promueven la diversidad lingüística y dinámicas participativas en círculos de diálogo.

Para dar impulso a la lectura y la creación regional, también se realizan presentaciones de libros, todas estas acciones son de entrada libre y están dirigidas a niños, jóvenes y adultos.

En tanto que el programa Alas y Raíces, también de la Dirección de Vinculación Cultural, realiza actividades como Tiempo de juglar, un proyecto que incluye talleres de rap, versadas y duelo de poetas, para compartir experiencias en el fomento a la lectura desde la oralidad.

En la sesión que se realizó el 8 y 9 de julio, Alas y Raíces convocó a artistas de distintas disciplinas de ocho estados del país, para crear un espacio de diálogo, de intercambio de experiencias sobre la importancia de la convivencia, a través del uso de la palabra oral, el canto y la poesía; desde la creación o interpretación de un son arribeño o desde las rimas elementales al rap más sofisticado.

Cabe recordar que la Estrategia Nacional de Lectura tiene por objetivo que en México la lectura sirva para formar el pensamiento crítico entre la población. Consiste en articular proyectos de lectura bajo tres ejes de acción: formativo, sociocultural y comunicativo.

Para ello, la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México instrumentará los trabajos que por separado habían desarrollado en el pasado distintas instancias, como: las secretarías de Cultura y de Educación, el Fondo de Cultura Económica, el Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, el Instituto Mexicano de la Juventud, la Biblioteca Nacional, los reclusorios federales, las cámaras de Diputados y Senadores, el Instituto Nacional del Derecho de Autor, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, el programa Alas y Raíces, y las librerías EDUCAL.

Además del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y los Canales de televisión pública 14, 11 y Capital 21; el Instituto Mexicano de la Radio y Radio Educación, además de las empresas Google, Amazon, Apple y el Consejo Mexicano de la Comunicación. (Boletín)