Yuridia Meza Castillo, Líder Estatal de Enfermedades Respiratorias de la SESA, explicó que el cubrebocas tiene un tiempo de uso de hasta 4 horas, posteriormente debe desecharse o antes si ya se humedeció, rompió o desgastó, así como después de visitar a un enfermo.
Meza Castillo enfatizó que el cubrebocas sólo es para personas con síntomas como fiebre, tos, dificultad para respirar y para profesionales de la salud y cuidadores de pacientes con infecciones respiratorias, siempre que estén en la misma habitación y no está recomendado su uso en niñas y niños menores de 2 años.
Detalló que para utilizar de manera correcta el cubrebocas se deben seguir los siguientes pasos: lavarse las manos antes de colocarlo, revisar que las costuras gruesas queden en la parte interna; colocar por detrás de la cabeza y orejas las cintas elásticas, así como cubrir completamente nariz y boca.
De igual manera, al portarlo no se debe tocar el cubrebocas, y si es necesario hacerlo, antes debe lavarse las manos; no debe compartirlo, al toser y estornudar aún con el cubrebrocas debe hacerlo con el ángulo interno del brazo.
Finalmente, recomendó evitar los errores más frecuentes que se comenten como: tapar solamente la boca, quitárselo para hablar con otra persona, colocarlo en la barbilla, cuello y cabeza, ponerlo en el espejo retrovisor del carro, utilizarlo de forma intermitente y guardarlo en el bolsillo de alguna prenda de vestir.