sudan1El presidente sudanés Omar al Bashir abandonó hoy Sudáfrica, desafiando la orden del Tribunal Superior de Pretoria, que le prohibió salir del país hasta que tomara una decisión sobre la solicitud de arresto en su contra de la Corte Penal Internacional (CPI).

La agencia estatal de noticias de Sudán informó que al Bashir, quien es buscado por crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, vinculados al conflicto en la occidental región sudanesa de Darfur, ha dejado Sudáfrica y viaja de regreso a Jartum.

El ministro sudanés de Información, Ahmed Bilal Osman, confirmó a la televisora Al Yazira la salida de al Bahir de Sudáfrica, en momentos en que la Suprema Corte de Pretoria, delibera aún las acciones a seguir sobre la orden de arresto emitida por la CPI contra el mandatario.

"Sí, él ha dejado Sudáfrica", subrayó Bilal Osman y agregó que las autoridades sudafricanas decidieron no detener al presidente sudanés, quien estaba en el país para participar en la Cumbre de la Unión Africana (UA), celebrada la víspera en Johannesburgo.

El ministro sudanés de Información precisó que el presidente al Bashir llegará al aeropuerto internacional de Jartum aproximadamente a las 18:30 horas locales (15:30 GMT), tras asegurar que el mandatario “no es un prisionero dentro de Sudán”.

El Tribunal Superior del distrito de Gauteng Norte en Pretoria emitió la víspera una orden en la que prohibió a al Bashir salir de Sudáfrica hasta que se resuelva la situación legal de al Bahir, lo cual estaba previsto para las 11:00 horas sudafricanas (09:00 GMT).

Sin embargo, la emisora estatal sudafricana SABC informó que el avión presidencial sudanés abandonó la base de la Fuerza Aérea Waterkloof, ubicada a las afueras de Pretoria, poco antes de que el Tribunal emitiera su decisión.

Hasta el mediodía de este lunes, ni el gobierno ni la justicia sudafricana se habían pronunciado sobre la salida de al Bashir de Sudáfrica, ni emitido ninguna declaración oficial sobre la solicitud de arresto de la CPI, que depende de sus Estados miembros para detener a sospechosos.