roussefMariana, Brasil (Reuters) - La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, viajó el jueves a la zona devastada por el colapso de dos diques de un yacimiento de mineral de hierro en el sureste del país, un desastre en el que murieron al menos siete personas y que sumergió a una vasta área en lodo contaminado y desechos mineros.

La visita de Rousseff se produce luego de que fiscales federales dijeron el miércoles que trabajarían junto a autoridades locales para investigar los posibles delitos que pudieron haberse cometido y que permitieron el desastre. El ministro de Minería anunció además que el Gobierno realizaría una auditoría de otros diques en el sector.

La decisión de las autoridades federales endurece el discurso de un Gobierno nacional que hasta hace poco dejaba la responsabilidad por el desastre en manos del estado de Minas Gerais, un centro global de actividad minera donde ocurrió la tragedia.

El miércoles, Rousseff, que nació en Minas Gerais, conversó con los presidentes ejecutivos de BHP Billiton Ltd. y Vale SA, los dueños del yacimiento de mineral de hierro que operaba los diques.

La mandataria dijo que el Gobierno de Brasil espera que las compañías paguen por el rescate y las labores de limpieza, además de por las compensaciones a las más de 500 personas que fueron desplazadas de sus casas, que quedaron destruidas. Previamente en el día, su ministra de Medio Ambiente dijo que Brasilia estaba considerando aplicar multas contra las mineras.

El miércoles, un destacado fiscal federal dijo que el Gobierno crearía un equipo con autoridades judiciales de Minas Gerais para determinar qué delitos pudieron haberse cometido además de las violaciones ya detectadas por el estado, responsable por otorgar la autorización medioambiental.