camboya-lideresPhnom Penh, Camboya.- (La Jornada) Tres décadas y media después de la caída del Jemer Rojo en Camboya, un tribunal respaldado por la ONU condenó este jueves a los dos dirigentes de mayor rango aún vivos del antiguo régimen a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad durante el reinado del terror en la década de 1970 que dejó cerca de dos millones de muertos.

Esta condena del ideólogo del régimen, Nuon Chea, de 88 años, y del jefe del Estado de Kampuchea democrático, Khieu Samphan, de 83 años, es el primer veredicto emblemático contra un régimen que costó la vida a cerca de dos millones de personas en Camboya entre 1975 y 1979.

El juez que presidió el tribunal, Nil Nonn, pidió a ambos que se pusieran de pie para escuchar sus veredictos, pero el frágil Nuon Chea, con gafas oscuras, dijo que estaba demasiado débil para pararse de su silla de ruedas y se le permitió permanecer sentado.

Nil Nonn dijo que ambos hombres eran culpables de "exterminio que abarca asesinato, persecución política y otros actos inhumanos que comprenden el traslado forzoso, las desapariciones forzadas y atentados contra la dignidad humana".

No hubo reacción visible de ninguno de los acusados, quienes han negado haber actuado mal. Las sentencias pueden ser apeladas, pero Nil Nonn dijo a la corte que "dada la gravedad de los crímenes", ambos permanecerían detenidos.

El caso, que cubre el éxodo forzado de millones de personas de los pueblos y ciudades de Camboya y el asesinato en masa, es parte de la historia de Camboya.

Casi una cuarta parte de la población —alrededor de 1.7 millones de personas— murió bajo el gobierno del Jemer Rojo debido a una combinación de hambre, falta de atención médica, trabajos forzados y ejecuciones mientras el grupo estuvo en el poder de 1975 hasta 1979.

Los sobrevivientes del régimen viajaron desde todo el país para presenciar el histórico día, y llenaron cientos de asientos disponibles para el público en el tribunal. Después de la lectura del veredicto, muchos dijeron que sentían reacciones encontradas y cuestionaron si cualquier castigo podría corresponder a los crímenes cometidos por el Jemer Rojo.

"Los crímenes son enormes, y sólo condenarlos a cadena perpetua en la cárcel no es justo", dijo Chea Sophon, de 54 años de edad, quien pasó años en campos de trabajos forzados construyendo presas y trabajando en los campos de arroz. Su hermano fue asesinado durante la era del Jemer Rojo.

El portavoz del tribunal, Lars Olsen, lo calificó como "un día histórico para la gente de Camboya y para la corte. Las víctimas han esperado 35 años por responsabilidad legal, y ahora que el tribunal ha dictado una sentencia, es un claro hito".

Sin embargo, muchos han criticado la lentitud de la justicia, así como su costo.

El tribunal, formalmente conocido como las Cámaras Extraordinarias de los Tribunales de Camboya y compuesto por juristas camboyanos e internacionales, inició sus operaciones en 2006. Ya ha costado más de 200 millones de dólares, y sin embargo sólo había declarado culpable a uno de los acusados: el director de prisión Kaing Guek Eav, quien fue condenado a cadena perpetua en 2011.

El actual juicio se inició en 2011 contra cuatro altos dirigentes del Jemer Rojo; sólo quedan dos. El ex ministro de exteriores Ieng Sary murió en 2013, mientras que su esposa, la ministra de asuntos sociales Ieng Thirith, se consideró no apta para ser juzgada debido a demencia en 2012.

El máximo líder del grupo, Pol Pot, murió en 1998.