maduro veneCaracas, Venezuela.-(Reuters) - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió el sábado de una "crisis de grandes dimensiones" en el país petrolero después de que sus aliados perdieran el histórico control de la Asamblea Nacional frente a la oposición.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró en las elecciones del domingo una mayoría de dos tercios en el parlamento, lo que supone una potente plataforma para socavar el Gobierno de Maduro y potencialmente sacudir las instituciones afectas al mandatario.

"Estamos delante de una crisis de grandes dimensiones, que va a generar una lucha de poder entre dos polos: el de la patria y el de la anti-patria", dijo Maduro ante militares.

"Un conflicto que va a generar grandes tensiones (...) una crisis contra-revolucionaria de poder", agregó.

Adelantando un tira y afloja cuando la nueva Asamblea tome posesión el 5 de enero, la oposición dijo que su prioridad es sancionar una Ley de Amnistía para los activistas encarcelados, pero Maduro insiste en que se negará a firmarla.

En un intento por minimizar las prerrogativas de la bancada opositora, la Asamblea saliente, de mayoría oficialista, sancionó decenas de créditos adicionales para ministerios y otros entes gubernamentales y promovió a la polémica jueza que encarceló al líder opositor Leopoldo López.

Los legisladores salientes también han prometido nombrar una docena de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, una instancia donde los potenciales conflictos constitucionales entre el poder legislativo y el ejecutivo podrían decidirse.

La derrota el domingo pasado en las elecciones legislativas del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fue, en gran parte, un voto castigo por la crisis económica que sufre el país, con la inflación más alta del mundo, recesión y escasez de bienes de primera necesidad.

Y muchos venezolanos temen que una tirante situación política retrase aún más las medidas para enfrentar la crisis.

Maduro ha dicho que la inflación acabará el año en torno al 100 por ciento y que la economía se contraerá un 4 por ciento, pero economistas creen que las cifras serían peores.

En su discurso de más de dos horas del sábado, Maduro continuó culpando a los empresarios y enemigos políticos de llevar a cabo una "guerra económica" y dijo que los ingresos del país por venta de crudo cayeron un 68 por ciento este año.

A pesar de cumplir con millonarios pagos de su deuda externa, el riesgo-país de Venezuela se incrementó en los mercados, se quejó el mandatario socialista de 53 años.

"Es una guerra, es un boicot. El año 2015 ha sido un año terrible", sostuvo. "Ante las dificultades, más revolución".