El defensor de los derechos humanos mexicano, Gustavo Castro Soto, herido durante el asesinato de Berta Cáceres, fue retenido este domingo en Honduras por autoridades gubernamentales, cuando se dirigía al Aeropuerto Internacional de Tegucigalpa, para regresar a su país.

Así lo denunció por medio de un comunicado la organización Amigos de la Tierra, que alertó además que la seguridad del mexicano sigue en riesgo.

En el texto explican que para proteger a Castro Soto, la Embajadora y el Cónsul de México en Honduras tuvieron que “resguardarlo en el carro oficial para llevarlo de regreso” a la sede de la Embajada.

Asimismo, señalan que desconocen los motivos por el cual los funcionarios hondureños impidieron su salida del país y anunciaron que realizarán una conferencia de prensa este 7 de marzo para informar sobre lo ocurrido.

La organización Amigos de la Tierra, la cual coordina Gustavo Castro Soto, exige resguardar la integridad física y psicológica del defensor de los derechos humanos, que recibió tres impactos de balas en el atentado del pasado 3 de marzo, día en el que asesinaron a la líder indígena Berta Cáceres.

Según informan los medios locales y las autoridades, cerca de la 01H00 hora local (07H00 GMT), la líder fue atacada en su residencia por sujetos desconocidos que la asesinaron.

En varias oportunidades, Cáceres denunció la expropiación de sus territorios y las carencias en los sistema de salud y agrícola. A su vez, rechazó la creación de bases militares estadounidenses en el territorio Lenca.

Al momento del ataque se encontraba en el inmueble el dirigente ambientalista mexicano, Gustavo Castro Soto, quien resultó herido por el impacto de tres balas y quedó tirado a unos metros del cuerpo de Cáceres.

Castro Soto quedó tirado a unos metros del cuerpo de Cáceres, por lo que los criminales lo dieron por muerto y huyeron del lugar.