Dos parlamentarios del sureño estado de Amazonas y uno indígena fueron desaforados en enero, días después de haber asumido, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declarara que las decisiones de la Asamblea serían nulas hasta que se revirtiera su jura.

"Una sentencia no nos puede quitar el poder que nos dio el pueblo de Amazonas, de ser su voz, sus representantes legítimos ante el parlamento", dijo Romel Guzamana, uno de los diputados defenestrados en enero.

"Mucho menos una sentencia generada por una sala electoral totalmente llena de vicios", agregó con un penacho de sombrero.

En la última década, la máxima corte del país no ha fallado contra el Gobierno y ha mostrado su apoyo público a la revolución socialista encabezada por el presidente Nicolás Maduro y por su predecesor, el fallecido Hugo Chávez.

Desde que la oposición asumió el control de la Asamblea Nacional, el TSJ se ha opuesto a la gran mayoría de sus decisiones y sólo una norma recibió el visto bueno.

"Este acto es absolutamente ilegal, inconstitucional", se quejó Héctor Rodríguez, jefe de la bancada oficialista.

Los tres diputados de oposición, más uno del oficialismo, fueron defenestrados acusados de haber cometido fraude en las elecciones legislativas de diciembre del 2015. Sin embargo, tras seis meses el TSJ no se pronunció sobre el caso.

El parlamentario oficialista no acudió a la juramentación del jueves.

Ahora, la oposición suma 112 diputados, dos tercios de los 167 curules, una mayoría que le permite promulgar o modificar leyes orgánicas, convocar a una Asamblea Constituyente y nombrar a los integrantes de los otros poderes públicos, como el TSJ o el Consejo Nacional Electoral (CNE).