2017 08 29 45 1ONCE NOTICIAS.-Más de 180 millones de personas no tienen acceso al agua potable básica en los países afectados por conflictos, violencia e inestabilidad en todo el mundo, de acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En un comunicado en conmemoración de la Semana Mundial del Agua, Unicef indicó que los niños que viven en situaciones inestables tienen cuatro veces más probabilidades de carecer de acceso al agua potable básica, de acuerdo con un análisis realizado con la Organización Mundial de la Salud.

“El acceso de los niños a agua potable y saneamiento, especialmente en conflictos y emergencias, es un derecho, no un privilegio”, afirmó Sanjay Wijesekera, director de agua, saneamiento e higiene de Unicef.

Wijesekera añadió que “en los países acosados por la violencia, el desplazamiento, el conflicto y la inestabilidad, los medios más básicos de supervivencia de los niños, como el agua, deben ser una prioridad”.

El organismo señaló que de los 484 millones de personas que viven en situaciones de fragilidad en 2015, 183 millones carecían de servicios básicos de agua potable.

Situación Yemen

En Yemen, un país que se recupera del impacto de más de dos años de conflicto, las redes de abastecimiento de agua que atienden a las ciudades más grandes del país están en riesgo inminente de colapso debido a los daños infligidos por la guerra y el deterioro.

A unos 15 millones de personas en el país les ha sido suspendido el acceso regular al agua y al saneamiento en esa nación árabe.

Situación Siria

En Siria, donde el conflicto está en su séptimo año, alrededor de 15 millones de personas necesitan agua potable, incluyendo unos 6.4 millones de niños.

El agua se ha utilizado frecuentemente en Siria como arma de guerra: en 2016 solamente hubo al menos 30 cortes deliberados de agua, incluyendo en las ciudades de Alepo, Damasco, Hama, Raqqa y Dara, con bombas destruidas y fuentes de agua contaminadas.

En Nigeria

En las zonas afectadas por conflictos en el noreste de Nigeria, el 75 por ciento de la infraestructura de agua y saneamiento ha sido dañada o destruida, dejando a 3.6 millones de personas sin servicios básicos de abastecimiento de agua.