Por unanimidad, los quince países del Consejo de Seguridad aprobaron una resolución propuesta por Estados Unidos, que endurece aún más los amplios castigos internacionales contra el régimen de Kim Jong-un.
Las nuevas sanciones buscan, entre otras cosas, restringir buena parte del suministro de productos petroleros a Pyongyang y la repatriación de los norcoreanos que están trabajando en el extranjero y cuyos ingresos benefician al Gobierno del país.