Reuters | El Economista.- El Dow Jones aceleró sus pérdidas ante el temor de que las proyectadas barreras tarifarias al acero y el aluminio importados por Estados Unidos desaten una guerra comercial con China.

Las acciones en Wall Street caían con fuerza a media sesión de este jueves, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que su país impondrá aranceles a la importación de acero y aluminio, sumando el temor a una guerra comercial a la creciente preocupación sobre mayores tasas de interés.

Tras un confuso día de reportes y desmentidos, el mandatario afirmó que Estados Unidos impondrá la próxima semana aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio.

Durante una reunión en la Casa Blanca con representantes de la industria siderúrgica estadounidense, Trump adelantó que las tarifas ascenderían.

"Lo firmaré en la próxima semana. Y ustedes tendrán protección por mucho tiempo. Ustedes tendrán que reconstruir su industria, es todo lo que estoy pidiendo", dijo el presidente a los empresarios reunidos.

Esta situación hizo subir las acciones de los productores locales de acero hasta un 12%, pero hizo caer un 2% o más a pesos pesados como Boeing y Caterpillar, ya que los inversores temen que se enfrenten a costos más elevados de materias primas y barreras comerciales en otros lugares.

El presidente de la Reserva Federal en Nueva York, William Dudley, se sumó también a la evidencia de que bajo la presidencia de Jerome Powell la entidad buscará ajustar su política monetaria con cuatro alzas de tasas este año, por encima de lo esperado inicialmente.

A las 19:07 GMT, todos los principales sectores del índice S&P 500 caían, junto con 29 de los 30 componentes del Promedio Industrial Dow Jones.

El Dow Jones bajaba 481.54 puntos, o un 1.95%, a 24,537.43 unidades; el S&P cedía 46.25 puntos, o un 1.7%, a 2,667.53 unidades; y el Nasdaq perdía 129.37 puntos, o un 1.78%, a 7,141.74 unidades.

Con anterioridad, Powell aportó un impulso al mercado al asegurar ante el Congreso que la entidad no ve pruebas evidentes de una inflación salarial o de que la economía estadounidense se esté sobrecalentando.

La aceleración de la inflación y los rendimientos de los bonos eran la principal preocupación después de que Wall Street concluyó un turbulento febrero, mes en el que el S&P se apuntó su primera pérdida mensual en 11 meses.