pNTX180625052Notimex.- Agentes de la Policía Nacional española desarticularon una organización delictiva, dedicada al tráfico de migrantes, y detuvo a siete de sus integrantes en Madrid y en Guipúzcoa, en el País Vasco (norte de España).

La organización delictiva contaba con una fuerte infraestructura en Europa, sobre todo en España y Francia, así como en los países africanos, donde cada miembro desempeñaba funciones específicas, de acuerdo con un comunicado de la Policía Nacional española, que precisó que las investigaciones se iniciaron desde enero.

Los integrantes de la red delictiva estaban implicados en el tráfico de casi 300 personas que habrían llegado a las costas españolas en embarcaciones para su traslado final hasta Francia.

Como parte del operativo, se localizaron a ocho migrantes en dos departamentos de Guipúzcoa, donde se encontraban en condiciones de hacinamiento, mientras esperaban su traslado a Francia.

Las fuerzas del orden españolas contaron además con la colaboración de la Oficina Europea de Policía (Europol), que ha trasladado una oficina móvil a España para realizar labores de análisis.

Los policías tuvieron conocimiento de la sospechosa conducta de dos individuos en la estación de autobuses de San Sebastián, quienes, en varias ocasiones, fueron observados mientras esperaban la llegada de ciudadanos de origen africano.

Posteriormente, los hombres acompañaban a los migrantes hasta la estación de trenes anexa, donde gestionaban la compra de boletos de transporte.

Finalmente, los investigadores confirmaron la existencia de una organización delictiva de origen subsahariano que, principalmente en la ciudad de San Sebastián, aunque con ramificaciones en Bilbao, Madrid y Francia, se dedicaba al tráfico de migrantes, quienes tenían como destino final el país galo.

Los miembros de la red captaban a potenciales víctimas en los estratos sociales y económicos más bajos de países como Guinea, Costa de Marfil, Mali o Senegal, a quienes les prometían que los llevarían a Francia.

Una vez reclutados, y tras el correspondiente pago a la organización, los migranes eran trasladados por diferentes rutas del continente africano hasta su llegada a España.

Los miembros de la red de traficantes les facilitaban a los migrantes los documentos necesarios, por lo general falsos, aunque en ocasiones usurpaban la identidad de otros extranjeros mediante el uso fraudulento de su documentación.