El lugar está a cargo del ejército y el Servicio de Inmigración y Aduanas.
Fueron separados de sus padres o tutores en abril, después de ingresar sin documentos a Estados Unidos, desde México.
La red fronteriza de derechos humanos denunció que a pesar de que el presidente Donald Trump suspendió esta polémica medida en junio pasado, sigue realizándose.