Nunca he hecho algo tan arriesgado como eso y creo que nunca lo volveré a hacer pero era la única opción que teníamos y la tomamos’’, dijo el buzo profesional Jason Mallinson.
En junio y julio pasados, los trece tailandeses estuvieron 17 días bajo tierra, antes de ser encontrados por los buzos británicos.
Se hallaban acurrucados en una cueva, débiles y con mucha hambre el rescate formó parte de un complejo operativo que incluyó el drenaje de la cueva, que quedó inundada por las fuertes tormentas.