Hace más de un siglo, en este lugar comenzó la explotación de una de las mayores fuentes de riqueza para los venezolanos: el petróleo.

Lejos de la bonanza que atrajo a miles de personas, en Mene Grande, población ubicada en el oeste de Venezuela, ahora hay desolación y miseria.

Nosotros vivíamos aquí como reyes, aquí había de todo, teníamos terrazas, teníamos cine, aquí había de todo, todo se acabó con el tiempo, se vino acabando, los palafitos”, dijo Henry Enríquez, extrabajador petrolero.

La decadencia de la actividad dejó sin empleo a la mayoría, datos oficiales reportan que el bombeo pasó de 3.2 millones de barriles diarios en 2008, a poco más de un millón en febrero de este año, situación que de acuerdo con especialistas venezolanos, se debe a la falta de inversiones y a la corrupción.

Muchos pobladores de esta zona se vieron en la necesidad de migrar, para huir de la peor crisis de Venezuela y buscar aportar recursos para sus familias.

El paro en la actividad petrolera también orilló a buscar otras alternativas de vida.

La industria petrolera aún aporta el 96% de los ingresos del país, y la compañía estatal, PDVSA, fue una de las cinco más importantes del mundo.