La propuesta, que será publicada el próximo jueves en el Registro Federal, para después abrir un periodo de un mes para recibir comentarios públicos, contempla un cobro de 50 dólares para los solicitantes de asilo y 490 dólares por permisos de trabajo.
También contempla un aumento de más del 60% en la tarifa para la ciudadanía estadunidense, por lo que su costo pasará de 725 a mil 170 dólares, para la mayoría de los solicitantes, y para otros alcanzaría un incremento de 83%, de acuerdo con el diario The New York Times.

De concretarse esa regulación, Estados Unidos se convertiría en uno de los únicos cuatro países del mundo (Australia, Irán y Fiji) que realizan cobros a los inmigrantes que solicitan asilo, un beneficio que se otorga a las personas que huyen de sus naciones de origen por condiciones de violencia o persecución por diferentes motivos.

También propone elevar de 495 a 765 dólares, las tarifas que pagan cientos de miles de beneficiarios del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), jóvenes indocumentados traídos a Estados Unidos durante su niñez.