Tal fue el caso de Scott Babcock, un guía de pesca que se convirtió en la primera persona en recibir una condena por acercarse damasiado a una ballena, según datos aportados por el gobierno.
La decisión judicial determinó que Scott deberá pagar una multa de mil 500 dólares (2 mil dólares canadienses) y pasar dos días educando al público sobre la seguridad de navegación alrededor de las ballenas.
El percanse ocurrió en el canal Work, ubicado 50 kilómetros al norte de Prince Rupert, en la provincia de Columbia Británica.
Por su parte, Ottawa fortaleció las protecciones a mamíferos marinos iimponiendo restricciones como las siguientes:
Mantener una distancia de 100 metros con ballenas, delfines y marsopas
Queda prohibido alimentarlas
Está prohibido nadar con ellas
Cabe destacar que la ballena jorobada del Pacífico Norte ha sido catalogada como una especie amenazada desde 2005 y es cuidada bajo preocupación especial. (Boletín)