Los presidentes coinciden en que es más importante que nunca para los países en conflicto, especialmente Siria y Libia, respetar el alto el fuego y trabajar para resolver el conflicto", dijo el vocero estadounidense, Judd Deere.

Discutieron por teléfono temas críticos de la región y bilaterales además de tomar medidas necesarias para compartir prácticas sobre el control de los diversos efectos de la pandemia, agregó la Dirección de Comunicaciones turca.

Hasta ahora Siria ha confirmado solo 10 casos de coronavirus, pero los expertos en salud advierten que el territorio afectado por la guerra civil, es especialmente vulnerable a una propagación rápida.

Turquía respalda a grupos rebeldes alojados en el noreste sirio y a millones de inmigrantes sirios que tienen que huir de su país, hacia la frontera turca, por las ofensivas del gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad.
Libia ha estado en caos desde el derrocamiento en 2011 de Muamar Gadafi. Tripoli es controlada por el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), reconocido por la comunidad internacional. El mariscal Khalifa Haftar, del Ejército Nacional libio (LNA), lidera ataques contra el gobierno central.

En siria, civiles han protestado en los últimos días contra las patrullas turcas y rusas que vigilan Idlib, establecida como zona de desescalada y reafirmada en el cese al fuego acordado por Moscú y Ankara a inicios de mes.

Tras los llamados de la Organización de las Naciones Unidas (OMS) para el cese del fuego en medio de la pandemia, las Unidades de Protección Popular (YPG), o grupo kurdo en siria, accedieron a dicha petición.