Esto también obligó a trasladar de emergencia a una momia egipcia.
La temporada del monzón, de junio a septiembre, es crucial para la vida de la agricultura del subcontinente indio, pero cada año causa importantes daños y deja cientos de muertos en esta región que alberga a una quinta parte de la humanidad.
En India, las lluvias torrenciales causaron la muerte de 847 personas esta temporada, según el ministerio del Interior.
En Nueva Delhi, los transeúntes y vehículos tenían que abrirse camino entre aguas que llegaban hasta la rodilla.
En el Bangladés vecino, el balance se eleva a 226 muertos.
El agua del monzón cubrió hasta un 40% del territorio.
El agua dañó las casas de más de 6 millones de bangladesíes y miles de personas están alojadas en albergues instalados por las autoridades.
Otros duermen en cabañas construidas en zonas más elevadas.
En Nepal, las autoridades dieron cuenta de 218 fallecidos y 69 personas desaparecidas tras deslizamientos de tierra.