Los más graves ocurren en California, avivados por fuertes vientos. Fueron rescatados más de cien campistas que estaban atrapados por las llamas, mientras que se desalojó a cerca de 64 mil personas.
Dos de las zonas más afectadas son el Valle de San Fernando, cercano a Los Ángeles, y San Diego, fronterizo con México.
En Tijuana, Baja California, las autoridades emitieron una alerta de contaminación atmosférica por la ceniza que llevan los vientos desde el sur de Estados Unidos.