La Unión Americana de Libertades Civiles de Estados Unidos, denunció que mientras los padres fueron deportados a sus países de origen, principalmente centroamericanos, los menores permanecen en Centros de Detención Migratorios.
En 2017, la administración de Trump aplicó un programa piloto para separar a los niños de sus progenitores al ser detenidos en la frontera con México.
La medida fue interrumpida en junio de 2018.