Las vacunas desarrolladas por CanSino Biologics y una unidad de Sinopharm recibieron una autorización condicional, pues se comprobó que protegían contra el COVID-19”, indicó la Administración Nacional de Productos Médicos.

Las autorizaciones condicionales contribuyen a acelerar la puesta en el mercado de los medicamentos cuando los ensayos clínicos apuntan a que serán eficaces pese a no haber superado todas las fases.

El Instituto de Wuhan de Productos Biológicos, una filial de Sinopharm, asegura que su vacuna tiene una eficacia del 72.51%, mientras que la eficacia del inmunizante de CanSino es de 65.28% tras 28 días.

Hasta el momento, China ha aprobado cuatro vacunas producidas en ese país, tras la autorización de la vacuna CoronaVac de Sinovac este mes y otra de Sinopharm en diciembre.

Aun así, la eficacia de las vacunas de China es inferior a la de otros inmunizantse producidos por Pfizer/BioNTech y Moderna, que presentan una eficacia del 95% y del 94%, respectivamente.

China quería haber vacunado a 50 millones de personas para mediados de febrero.

Sin embargo, al 9 de febrero, ha administrado más de 40 millones de dosis.

El país también ha distribuido vacunas gratis a 53 países y está exportando sus inmunizantes a más de 20 estados.