El dinero sale del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) que permite a la ONU reaccionar de forma rápida ante necesidades como las de los rohingyas, después de que más de 45 mil personas se vieron afectadas por el incendio que destruyó también instalaciones sanitarias y educativas.
El secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, señaló que el incendio ocurrido el lunes ha desgarrado a una de las comunidades más vulnerables del mundo.
En los campamentos de Bangladesh llegaron a acumularse casi un millón de personas después del éxodo rohingya de 2017, fruto de la represión emprendida por las fuerzas armadas.
Los refugiados rohingyas necesitan nuestro apoyo más que nunca", comentó Mark Lowcock.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el fuego destruyó más de 10 mil estructuras y, según el comunicado publicado este jueves, murieron al menos 11 personas y otras 400 han desaparecido.
Los fondos del CERF permitirán volver a levantar parte de las estructuras y ayudar a los damnificados con servicios de agua y saneamiento, comida, atención mental y psicosocial y otras acciones de emergencia.