25 millones de personas podrían caer por debajo del umbral nacional de pobreza a principios de 2022, un retroceso de 16 años”, señaló el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Entre 2005 y 2017, la pobreza había disminuido de 48% a menos del 25% en el país.
Pero Myanmar, ya azotada por la crisis del coronavirus, es presa de la violencia desde el golpe militar del 1 de febrero.
Las fuerzas de seguridad reprimieron de manera sangrienta manifestaciones casi diarias y miles de trabajadores se declararon en huelga, paralizando sectores enteros de la economía.
Las cadenas de suministro están muy perturbadas y los precios de los medicamentos, los alimentos y la gasolina han aumentado en algunas partes del país.
El sistema bancario está en gran medida paralizado, lo que provoca una escasez de efectivo y un acceso muy limitado a las prestaciones sociales.