En las últimas semanas, el país experimenta la peor ola de COVID-19 desde el inicio de la crisis sanitaria, y registra en total casi 95 mil casos y 518 muertes.
Taweesin Visanuyothin, portavoz del centro de tratamiento del coronavirus, informó el jueves que se detectaron 2 mil 835 casos en dos de las principales instituciones penitenciarias de la capital.
Ya se realizó una prueba de detección del virus al 100% de los reclusos, agregó.
Las autoridades revelaron estas cifras después de que uno de los líderes del movimiento prodemocracia, que desde hace casi un año reclama la renuncia del primer ministro y una reforma de la monarquía, hiciera sonar la alarma.
Panusaya Sithijirawattanakul, conocido como Rung, anunció el miércoles en las redes sociales que había dado positivo a COVID-19 cinco días después de haber sido liberado bajo fianza, a principios de mayo.
Otro líder, Panupong Jadnok, llamado Mike, también se infectó y su abogado va a solicitar su libertad bajo fianza.
Según el activista prodemocracia Somyot Prueksakasemsuk, liberado bajo fianza a finales de abril, no hay transparencia en la gestión de la epidemia para las personas encarceladas, explicó a la AFP.
Las autoridades no proporcionaron datos sobre otras cárceles del país.
Tailandia tiene una de las tasas de encarcelamiento más altas del mundo, debido a la estricta legislación contra las drogas.