carguero italiaRoma, Italia.- (RFI) La marina militar italiana tomó este viernes el control de un carguero con 450 inmigrantes clandestinos a bordo. Al igual que otro buque hace solo unos días, el navío, abandonado por la tripulación y sin carburante, corría peligro de estrellarse contra las rocas de la costa italiana.

Los traficantes, que cada año intentan hacer cruzar el Mediterráneo a miles de inmigrantes clandestinos, parecen cambiar de modus operandi.

Hasta ahora la mayoría de los inmigrantes, con la esperanza de llegar a Europa, pagaban muy caro para viajar en peligrosas lanchas neumáticas o viejos pesqueros. Pero desde hace unos meses los traficantes recurren a barcos más grandes donde amontonan a centenares de personas.

Es por lo menos lo que ha constatado la marina italiana, que este semana tuvo que intervenir dos veces para socorrer a cargueros repletos de inmigrantes clandestinos y abandonados a su suerte por la tripulación.

Este viernes, seis guardacostas italianos, llevados hasta el barco por hélicoptero, lograron tomaron el control del buque "Ezadeen", de 73 metros de eslora y registrado en Sierra Leona, que derivaba sin carburante ni tripulación hacia las costas italianas. A bordo, 450 migrantes, hombres, mujeres y niños.

Dos días atrás, el mismo helicóptero había realizado una operación similar para tomar el control del "Blue Sky", otro carguero abandonado por su tripulación con 800 clandestinos a bordo, en su mayoría sirios. "Se evitó la hecatombe", celebró entonces la marina italiana.

Zarpando desde Turquía

"Ese es un cambio en el modus operandi de los traficantes que hemos venido observando desde el mes de octubre", explicó a RFI Gil Arias, director ejecutivo en funciones de Frontex, la agencia europea de control de fronteras. "Y lo asociamos fundamentalmente a las condiciones meteorológicas que hacen mucho más peligrosa y difícil la travesía marítima en pequeñas embarcaciones desde Libia."

También parece haber cambiado el lugar de salida de los barcos. Mientras que hasta ahora las embarcaciones procedían principalmente de Libia, donde el caos posterior a la caída del dictador Muamar Gadafi ha dado mayor margen a los traficantes, los barcos grandes rescatados en los últimos meses venían de Turquía.