Más tarde, en sesión posterior, también avaló en lo particular los artículos reservados, con una votación de 82 a favor y 34 en contra, confirmando el avance de esta normativa clave para la gestión y regulación del agua en México.
El Senado de la República envió anoche al Ejecutivo federal la nueva Ley General de Aguas y las reformas a la Ley de Aguas Nacionales, luego de que la mayoría legislativa avaló ambos ordenamientos sin realizar ajustes y bajo un procedimiento acelerado. La minuta, remitida por la Cámara de Diputados apenas horas antes, fue aprobada con 85 votos a favor y 36 en contra.
La discusión estuvo marcada por acusaciones entre el bloque oficialista y la oposición. Mientras senadores de Morena defendieron la necesidad de “ordenar el uso del agua y asegurar derechos”, panistas y priistas afirmaron que la reforma permitiría al gobierno concentrar el control del recurso e incluso afectar a productores agrícolas.
Durante el debate, legisladores opositores alegaron que la venta de parcelas ya no podría incluir el traspaso de concesiones de agua ni permitir la herencia de derechos. En respuesta, integrantes de Morena y sus aliados citaron artículos específicos de la nueva ley que, aseguraron, garantizan tanto la transmisión de derechos en procesos de compra–venta como la sucesión a familiares directos.
El intercambio subió de tono entre mantas, señalamientos personales y acusaciones de manipulación política del tema hídrico. Finalmente, todas las reservas planteadas fueron rechazadas, lo que permitió que la reforma avanzara sin modificaciones hacia su promulgación.
A lo largo del día, el Senado permaneció bajo resguardo policial ante la expectativa de protestas de grupos agrícolas, las cuales no se concretaron. (Imer Noticias)