Ucrania rechaza la "pacificación prorrusa" y exige más armas a aliados

  • Ucrania rechazó ayer los llamados a negociaciones de paz, que catalogó como “pacificación prorrusa”, pidió más armas a Occidente y denunció una “versión absurda” de la historia de Crimea, anexada en 2014 por Rusia, tras las polémicas declaraciones del embajador chino en Francia, que cuestionó la pertenencia de la península a Ucrania.

“Se está hablando de las iniciativas de arreglo pacífico, y no es otra cosa que una pacificación prorrusa. No hay que estar sentándonos todo el tiempo a la mesa de negociaciones, mejor envíenos suficiente armamento. El armamento es el mejor mediador”, escribió el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Alexei Danilov, en Facebook.

China, liderado por el presidente Xi Jinping, presentó en febrero pasado un plan de paz para terminar con el conflicto armado y reanudar las conversaciones de paz. En tanto, Brasil busca crear grupo de países que dialoguen con Moscú y Kiev para negociar un alto el fuego.

Lu Shaye, embajador de China en Francia, entrevistado por el canal de noticias francés LCI el viernes pasado, fue consultado sobre si Crimea era ucrania. “Eso depende de cómo uno percibe este problema”, declaró.

“Está la historia. Crimea fue inicialmente rusa, ¿no? Fue (el líder soviético Nikita) Jrushov quien dio Crimea a Ucrania cuando existía la Unión Soviética.”

Cuando el presentador del canal le comentó que según el derecho internacional Crimea es parte de Ucrania, el embajador chino trazó un paralelo con las ex repúblicas soviéticas –incluyendo las tres naciones bálticas– que se independizaron cuando colapsó la URSS en 1991.

“En cuanto al derecho internacional, incluso esas ex repúblicas soviéticas no tienen el estatus, ¿cómo decirlo?, efectivamente en el derecho internacional, porque no hay un acuerdo internacional que solidifique su estatus como países soberanos”, declaró.

Mykhailo Podoliak, asesor de la presidencia de Ucrania, tuiteó: “Es extraño escuchar una versión absurda, de la historia de Crimea, de un representante de un país escrupuloso sobre su historia milenaria”.

“Todos los países de la antigua URSS tienen un estatus soberano claro consagrado en el derecho internacional”, agregó, y pidió a Lu Shaye que “no repita la propaganda rusa”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia declaró en un comunicado que se había “enterado con consternación de las declaraciones del empleado del servicio exterior”.

“Queda en manos de China decir si estas declaraciones reflejan su posición; lo que esperamos es que no sea el caso”, agregó el ministerio y recordó que la anexión de la península por parte de Rusia en 2014 es “ilegal según el derecho internacional”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, calificó las declaraciones del funcionario chino de “completamente inaceptables”. El canciller lituano, Gabrielius Landsbergis, señaló que no pueden confiar en China para “mediar la paz en Ucrania”.

Su homólogo de Estonia, Margus Tsahkna, las llamó “falsas”, y consideró que son una “interpretación errónea de la historia. Según el derecho internacional, los estados bálticos son soberanos desde 1918, pero fueron ocupados durante 50 años” por la URSS”.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, describió la postura del embajador asiático como “inaceptable. La UE sólo puede suponer que esas declaraciones no representan la posición oficial de China”, agregó.

Aunque Pekín asegura ser oficialmente neutral, el presidente chino, Xi Jinping, nunca condenó la invasión rusa ni ha hablado por teléfono con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky.

Recientemente, Xi fue a Moscú para reafirmar su asociación con el presidente ruso, Vladimir Putin, y rechazaron un mundo unipolar.

En este contexto, Rusia acusó que Estados Unidos le negó visas a periodistas que iban a cubrir la visita del canciller Serguéi Lavrov a Nueva York; el jefe de la diplomacia rusa sugirió que Moscú tomaría fuertes represalias.

En tanto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que hará todo para impedir que se expanda el conflicto en Ucrania, al tiempo que se comprometió a proporcionar barcos, autobuses y rieles ferroviarios a la nación invadida.

Los ministros de Exteriores del G-7 apoyaron la extensión del acuerdo para la exportación de cereales a través del mar Negro, condenando el uso de los alimentos por parte de Rusia como “instrumento geopolítico de coerción”.

En el terreno de guerra, Rusia lanzó un ataque a una planta de drones Tu-141 Strizh cerca de Járkov, comunicó el Ministerio de Defensa ruso, y aseguró que sus tropas capturaron otros dos barrios en la zona occidental de Bakhmut a los que las tropas ucranias se aferraban. (Boletín)