g7AFP.- Alemania, Estados Unidos y la Unión Europea rei-teraron ayer su firmeza ante Rusia en el conflicto ucraniano, el principal tema junto a la crisis griega de la cumbre del G7 que se celebra en el castillo alemán de Elmau.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió en la fortaleza de la relación germano-estadunidense y en la necesidad de hacer frente a la “agresión” rusa en el este de Ucrania.

Un mensaje claro hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, excluido del círculo de las principales potencias industriales desde que anexionó en marzo de 2014 la península ucraniana de Crimea.

Ambos estuvieron de acuerdo en mantener las sanciones a Moscú mientras no respete completamente los acuerdos de Minsk y la soberanía de Ucrania, indicó la Casa Blanca.

Estos pactos, firmados en febrero entre los distintos bandos, preveían un alto al fuego que es violado regularmente.

Por su parte, Angela Merkel aseguró que las sanciones impuestas a Rusia a causa del conflicto en Ucrania sólo podrán retirarse cuando desaparezca la razón que las causó.

En una entrevista concedida durante la cumbre a la cadena pública ZDF, la jefa del gobierno alemán dio cuenta de la unidad de criterio de los miembros del G7 (EU, Reino Unido, Japón, Canadá, Alemania, Francia e Italia) con respecto a su antiguo socio en el G8, Rusia.

Merkel indicó que las sanciones podrían reducirse si se implementa íntegramente el segundo acuerdo de Minsk, suscrito por Putin y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, con los separatistas el pasado febrero.

Por eso, argumentó, la derogación de estas medidas es algo que está “en las manos” de Rusia y Ucrania.

Asimismo, Merkel recalcó, como ha hecho en otras ocasiones, que las sanciones “no son un fin en sí”, aunque en ocasiones son “necesarias”.

En una rueda de prensa separada, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó al G7 a “confirmar su unidad” sobre las sanciones contra Rusia. “Si alguien quiere reconsiderar esta política, sólo podrá hacerlo para reforzarla”, dijo.

Desencuentro por Grecia

Los socios europeos del G7 también reconocieron ayer ante los lideres de Estados Unidos, Japón y Canadá que no hay todavía solución para la crisis griega, dejando patente los desencuentros entre Atenas y sus acreedores en la primera jornada de la cumbre.

Según explicó Merkel, ella y el presidente francés, François Hollande, expusieron sus opiniones sobre Grecia, tras hablar por teléfono con el primer ministro heleno, Alexis Tsipras.

“No podemos decir aún que el problema esté resuelto”, reconoció Merkel, quien se comprometió a seguir trabajando con “énfasis”.

El líder de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, señaló antes de la cumbre que aún no había recibido propuesta alternativa de Grecia tras la presentada por los acreedores.

Fuentes del gobierno griego insistieron en que esa propuesta “no puede ser aceptada en su totalidad” y defendieron su plan de reformas como “realista y sostenible”.