Así analizó el martes el presidente venezolano, en el canal Venezolana de Televisión (VTV), el cese de operaciones de la empresa norteamericana Kimberly-Clark y del neoyorquino Citibank, que ha anunciado que cerrará la cuenta del Banco Central de Venezuela (BCV).

"El viernes se va Kimberly, cierra las puertas, el lunes amanece Citibank y ¿ustedes creen que dos firmas, una industrial, Kimberly, y la otra, una de las principales firmas, Citibank, en el campo financiero, actuarían sin recibir órdenes y el beneplácito del Gobierno de los Estados Unidos? (...) Esto forma parte de ensayos: tratar de asfixiar la economía venezolana", aseguró en su programa Contacto con Maduro.

Al respecto, tras volver a denunciar actos “ilegales” de la mencionada fábrica estadounidense, lamentó que Venezuela "no es el primer país" que los sufre, y sostuvo que el Ejecutivo está "evaluando todas las medidas legales contra todos estos bandidos".

Es de mencionar que tras el anuncio de la suspensión de las operaciones de Kimberly-Clark en el país suramericano, Maduro no tardó en reaccionar y ordenó el lunes la ocupación de la empresa estadounidense, que entregó a los trabajadores venezolanos.

Por último, el mandatario venezolano atribuyó lo ocurrido a “la guerra económica” contra su país, que, a su parecer, sufre un “sabotaje económico” tanto por parte de la comunidad internacional como de la oposición del país, que, “con la ayuda de EE.UU.”. pretende presionar hasta derrocarlo.

Esta nueva divergencia entre Caracas y Washington hace más tensas sus relaciones, que se ha ido deteriorando desde 2010, con el cierre de Embajadas, y que llegó a un nivel crítico en marzo de 2015, cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó un decreto que señala a Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de Estados Unidos.