0529 mural RusiaMoscú, 29 May (Notimex / Sputnik).- Justo antes del comienzo del Mundial de Rusia 2018, uno de los edificios residenciales de Moscú se vistió de brillantes colores. Obra del reputado muralista mexicano Farid Rueda, esta pieza de arte urbano hace referencia a los símbolos tradicionales de Rusia y a la vez sirve de ventana al universo artístico latinoamericano.

El grafiti de 30 metros de alto fue realizado durante el festival MOST, dedicado al próximo Mundial de fútbol que se celebrará en Rusia del 14 de junio al 15 de julio. Su autor es uno de los artistas de arte urbano más reconocidos de México, que adorna con sus obras viviendas y zonas industriales de todo el mundo.

Sputnik tuvo la posibilidad de conversar con Farid, quien ha estado trabajando en Moscú durante estos días de mayo.

— Entendemos que el oso es un animal endémico de Rusia que se ha convertido en casi un símbolo del país. Pero también hay otros elementos en ese gran mural en el que has trabajado, cuéntanos un poco sobre su composición y su significado.

— El tema principal en mi trabajo suelen ser los animales y al ir viajando suelo escoger animales endémicos para lograr una conexión con la gente del lugar al que me presento. En esta ocasión el oso resultó ser un animal con mucha presencia entre la población, lo cual me permitió entablar un buen diálogo con las personas que lo ven diariamente.

Al mismo animal le sumé algunos elementos extra para tocar ciertos temas. Con motivo de las actividades que se avecinan para el país, como es el Mundial, quise poner a manera de juego un balón derritiéndose entre las patas del oso. ¿El motivo? Un poco tocar el tema del calentamiento global que está derritiendo los polos y con ello afectando el clima en varios lugares del mundo, afectando principalmente la fauna y flora.

Por otro lado, el balón tiene representados algunos continentes, haciendo referencia a la competencia de fútbol que une a varios países en una actividad que por instantes hace olvidar los problemas del mundo y nos regala un momento de enfrentamiento amistoso que se logra con el deporte.

— De todos los murales que hay en Moscú, tus trabajos se distinguen por ser de los más iridiscentes, con colores muy brillantes, líneas simétricas pero que a la vez nos acercan más a la naturaleza... ¿Cuál es tu principal fuente de inspiración y qué autores te han servido como guía durante tu desarrollo como artista?

— El tratamiento estilístico que posee la obra se debe a mi forma personal de usar las referencias culturales que tengo como mexicano, el colorido y las formas provienen de ese contexto que heredamos gracias a los pueblos indígenas que aún siguen habitando el país y produciendo obras.

Por otro lado tuve una formación académica, la cual me ayudó a conocer sobre el arte europeo y a quienes tengo como referentes al elaborar composiciones, algunos con bastantes contrastes entre sí aunque siempre he manejado una línea hacia la figura. Nombres como Rembrandt, Picasso o Klimt, por mencionar algunos, siempre rondan mi cabeza.

— ¿Cómo ha sido tu experiencia en Moscú? ¿Qué es lo mejor de tu estancia en Rusia?

— He aprendido a viajar sin expectativas para que las ciudades me sorprendan, en algunas ocasiones es difícil no tener una idea del lugar o la gente a la que uno se dirige por lo popular o conocido que es dicho sitio, este es el caso de Moscú. Era inevitable no tener alguna idea sobre cómo sería la gente, por ejemplo, ya que al pertenecer a una zona con climas extremos, suele poseer gente de carácter fuerte y en algunos casos hostil.

Pero para mi grata sorpresa no fue así. Durante mi tiempo en la ciudad tuve la fortuna y sorpresa de encontrarme con gente bastante amable, amistosa y sonriente que me hizo sentir de alguna manera en casa. Aunque el tema del idioma siempre fue una cosa que no permitía en varias ocasiones un diálogo, eso no evitó que la gente con la que interactué me ofreciera su ayuda o una sonrisa.

Me llevo de Rusia una grata experiencia y un deseo de volver pronto. Moscú me ha parecido un lugar interesante y con unas posibilidades grandes para la cultura y el arte en general.

— ¿Te gustaría volver a Rusia de descanso o para trabajar en otros proyectos?

— Sin duda me encantaría volver para dejar más obras. Percibí una buena aceptación por parte de la gente hacia mi trabajo y me pareció que la ciudad cuenta con bastantes lugares a los que se les podría agregar arte. Sobre todo en las conocidas como 'ciudades dormitorio', donde abundan los edificios grandes y no hay muchos espacios recreativos.

Por otro lado, me faltó por conocer muchos lugares interesantes que Moscú ofrece, por lo que unos días de turismo siempre son bienvenidos mientras se realiza una obra.

— ¿Seguirás los partidos de la selección nacional de México en el Mundial de Rusia 2018?

— Aunque no soy muy fan del fútbol, es inevitable no sentirse atraído por lo que será esta fiesta de países. Pienso disfrutarla y dejarme llevar por la euforia, sin duda alguna, y apoyar a mi país, por supuesto, aunque no sean muy optimistas las expectativas.

Espero que los turistas que vengan a disfrutar de los partidos de fútbol tengan una agradable estancia y terminen queriendo la ciudad como yo la he querido.