0909 pilotoBeijing, 9 Sep (Notimex).- El cierre definitivo de Mexicana de Aviación provocó frustración e impotencia entre sus trabajadores, además del coraje de encontrar las puertas cerradas en otras empresas, pero también signifcó un reto y una oportunidad para surcar los cielos de Asia y Africa, describe el capitán de la aerolínea china “Capital Airlines”, Ricardo Rodríguez Tolentino.

Ricardo es uno de los más de cien expilotos de Mexicana que han pasado por diferentes aerolíneas chinas desde el cierre de la empresa hace ocho años, las cuales en la actualidad cuentan con más de mil pilotos de países como Chile, Peru, España e Italia, entre otros.

El piloto -quien lleva siete años trabajando en esta aerolínea que pertenece al Grupo Hainan- explica que en los primeros años, había cinco capitanes de vuelo que habían pertenecido a Mexicana, pero cuatro de ellos ya se han jubilado.

Y en sus 38 años volando, Ricardo Rodríguez se ha percatado de que las aerolíneas tanto en Asia como en Africa, ya no son un plan “B” para los jóvenes pilotos mexicanos, sino una meta, ya que en comparación con las compañías aéreas mexicanas y de Latinoamericana, ofrecen mejores condiciones laborales y salarios más altos.

“China y muchos otros países abren sus puertas no solo a los pilotos latinoamericanos, sino a quien quiere buscar nuevas y mejores oportunidades y condiciones de trabajo", dijo a Notimex.

En el caso de los pilotos latinoamericanos, "me atrevo a decir que son sus países los que los están orillando a abandonarlos, al ofrecer condiciones de trabajo y salarios por debajo del promedio mundial”, señaló el piloto del Airbus A-320.

Detalló que llegó a China, gracias a que las agencias internacionales a través del sindicato y de la Secretaría de Relaciones Exteriores, comenzaron a hacer reuniones donde se entablaban relaciones con las empresas aeronáuticas que buscaban tripulación capacitada, y de ahí salió la oportunidad de migrar.

Sostuvo que lo más difícil no fue adaptarse al idioma en su vida cotidiana ni laboral, ya que el inglés es usado durante el vuelo, y después de unos años ya aprendió a hablar algo más de chino. Lo más difícil, dijo, fue dejar a su familia y su país por probar suerte en una nación lejana.

Hoy en día, Ricardo Rodríguez espera la edad necesaria para jubilarse, y así regresar a México para apoyar a sus hijas en sus negocios, impartir clases y disfrutar de su país, pues los cielos de China pueden ser fácilmente conquistados por los pilotos mexicanos.