0101 TrumpWashington, 1 Ene (Notimex).- Dos años después de haber dado una de las mayores sorpresas de la vida política de Estados Unidos, el presidente Donald Trump se enfila a una complicada reelección por la baja aprobación popular a su trabajo, aunque las estadísticas le confieren una oportunidad real de extender su permanencia en la Casa Blanca cuatro años más.

Trump dejó en claro sus intenciones reeleccionistas horas después de haber asumido la presidencia el 20 de enero del 2017, cuando comunicó a la Comisión Federal Electoral, ese mismo día, su intención de postularse para la presidencia en las elecciones del 2020.

Además de la competencia que enfrentará por quien resulte el abanderado del partido republicano, el mandatario deberá antes remontar el bajo nivel de aprobación con que iniciará la segunda mitad de su gobierno, con un congreso dividido y una efectiva supervisión legislativa por parte de los demócratas.

La más reciente encuesta de opinión dada a conocer este sábado mostró que apenas 33 por ciento de los electores estadunidenses planean votar por la reelección del mandatario, mientras que otro 44 por ciento dijo que la hará por quien resulte el eventual nominado demócrata.

Ford O'Connell, quien fue parte de la campaña presidencial del extinto senador republicano John McCain en el 2008, consideró que aunque pese al nutrido número de aspirantes que se anticipa buscarán la nominación demócrata, los retos que el mandatario enfrentará para reelegirse no serán enteramente de orden político.

Consideró que como presidente en funciones, Trump podría ver descarrilada su reelección no por quien sea el candidato demócrata o la investigación del fiscal independiente, Robert Mueller, sobre la posible colusión entre su campaña presidencial, sino por la economía.

En octubre pasado el mandatario dijo a la conservadora cadena noticiosa FOX que la mayor amenaza en su contra es el Banco de la Reserva Federal, y la posibilidad de una recesión.

Más allá de esa posibilidad, las estadísticas sugieren que Trump parece bien posicionado para ganar la presidencia en dos años más, aunque con sus excepciones

De los 20 presidentes estadunidenses que han buscado la reelección desde inicios del siglo XX, 15 lo han logrado y cinco más han sido derrotados, si se cuenta a Gerald Ford, quien llegó a la presidencia tras la renuncia del presidente Richard M. Nixon tras el escándalo Watergate.

Las recientes derrotas republicanas en las elecciones de medio término como resultado de las cuales los demócratas retomaron el control de la cámara de representantes han interpretadas también como un temprano aviso sobre la eventual derrotado de Trump en el 2020.

La historia empero no parece sustentar dicha lectura o indicar una correlación creíble entre estos ambos eventos.

Bill Clinton fue reelecto en 1996 a pesar de que su partido perdió 52 escaños en la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 1994, y Barack Obama lo hizo en el 2012, aún después del desastre que significó la elección del 2010 donde los republicanos arrebataron a los demócratas 63 diputaciones.

Esas estadísticas empero sugieren que Trump deberá retener más del 85 por ciento del apoyo de la base electoral republicana, una característica que han compartido sus últimos cuatro antecesores que lograron ser reelectos: Barack Obama, George W. Bush, William Clinton y Ronald Reagan.

La elección legislativa de noviembre pareció sugerir que ello no será suficiente, pues a pesar de la sólida economía del país, los demócratas lograron victorias en distritos que votaron por el mandatario y su partido en el 2016.

Su triunfo deberá atraer a un mayor número de mujeres, sobre todo las blancas con títulos universitarios, más del 50 por ciento de las cuales votaron por candidatos demócratas, en lo que fue visto como un rechazo el discurso ofensivo del mandatario en contra de algunas mujeres.

En reciente análisis del instituto Brookings calificó los resultados del noviembre como un veredicto dividido, e hizo notar que el número de votantes que lo rechazaron en el 2016 aumentó.

“La coalición de (la excandidata presidencial Hillary) Clinton es fuerte y se está haciendo más fuerte, pero es electoralmente ineficiente. Trump ha mantenido unida a su coalición minoritaria y todo lo que necesita es una leve mejora para garantizar la reelección”.