descargaBrisbane, Australia.- (Reuters) - Los líderes del G-20 acordaron el domingo impulsar el crecimiento global, combatir el cambio climático y tomar medidas enérgicas contra la evasión fiscal, aunque las relaciones entre Occidente y Rusia tocaron un nuevo mínimo durante la cumbre por la crisis en Ucrania.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dejó anticipadamente la cumbre del G-20 en Brisbane después de que su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, acusara a Moscú de invadir Ucrania y que Gran Bretaña advirtiera de una suerte de "conflicto congelado" en Europa.

Varias naciones occidentales advirtieron a Rusia durante la cumbre de nuevas sanciones si no retiraba las tropas y armas de Ucrania.

"Creo que el presidente Putin puede ver que está en una encrucijada", dijo el primer ministro británico, David Cameron.

"Si sigue desestabilizando Ucrania habrá más sanciones, más medidas", agregó.

Obama, por su parte, dijo que el aislamiento de Rusia era inevitable.

"Preferiríamos que Rusia se integrase plenamente en la economía mundial", dijo el mandatario estadounidense en una conferencia de prensa.

"Pero también estamos muy firmes en la necesidad de respetar los principios fundamentales internacionales", agregó.

Antes de abandonar de la cumbre del G-20, Putin dijo que la solución a la crisis de Ucrania era posible, pero no dio más detalles.

"Hoy en día la situación (en Ucrania), en mi opinión, tiene buenas posibilidades de resolución", dijo Putin, quien no participó de un almuerzo de trabajo para abandonar anticipadamente la cumbre, argumentando un largo vuelo a casa y la necesidad de dormir.

Rusia ha negado cualquier implicación en el conflicto en Ucrania, que ha matado a más de 4.000 personas este año.

CRECIMIENTO DE 2,1% EN 5 AÑOS, ESPAÑA FIRME CON REFORMAS

La seguridad y el cambio climático dejaron en un segundo plano las conversaciones del G20 sobre el impulso del crecimiento económico mundial durante el evento, a pesar de que los líderes acordaron un paquete de medidas para añadir 2,1 puntos porcentuales extra al crecimiento global en cinco años.

"Esto agregará más de dos billones de dólares a la economía global y creará millones de puestos de trabajo", dijo el comunicado emitido al término de la reunión, que también se comprometió a abordar la evasión fiscal mundial.

En este escenario, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también se comprometió en el marco de las ayudas comprometidas en el plan de acción de Brisbane a avanzar en las reformas estructurales, como el impulso a la inversión, el estímulo a la creación de empleo, el aumento de la competencia y la potenciación del comercio.

Además, Rajoy aseguró desde Australia que la lucha contra el fraude, que consideró un objetivo moral y un objetivo económico, sería una prioridad de su Ejecutivo.

"Es más obligado perseguir el fraude cuando el conjunto de la sociedad está haciendo tantos esfuerzos para superar la crisis (...) de igual manera una lucha eficaz contra la evasión nos permitirá mejorar los ingresos públicos", señaló en rueda de prensa desde Brisbane.

CAMBIO CLIMÁTICO

Estados Unidos y otras naciones ignoraron los intentos de Australia, país sede de la cumbre, para mantener el cambio climático fuera de la agenda formal. Australia es uno de los mayores emisores de carbono del mundo por habitante.

El comunicado final pidió una acción fuerte y eficaz para abordar el cambio climático con el fin de adoptar un protocolo, con carácter legal, en la conferencia climática de la ONU que se realizará en París en 2015.

"Lo más difícil fue la discusión sobre el cambio climático", dijo un funcionario de la Unión Europea a periodistas bajo condición de anonimato. "Esta fue realmente una guerra de trincheras".

Obama puso el sábado el cambio climático en la agenda del G20 con un discurso en el que pidió a todas las naciones que actúen, comprometiendo 3.000 millones de dólares para el Fondo Verde para el Clima. Japón prometió 1.500 millones de dólares para el fondo el domingo.

Los líderes mundiales acordaron también unir sus esfuerzos en la lucha contra el ébola, que según Cameron no es sólo una crisis humanitaria sino también una amenaza para la seguridad.