Sin embargo, se detiene antes del bloqueo total como otros países vecinos han adoptado para sofocar la pandemia.

El rico país alpino también flexibilizó las reglas para que las empresas afectadas por la pandemia soliciten ayuda estatal, lo que obligará al Gobierno a pedir al Parlamento que recargue el último bote de 2 mil 500 millones de francos suizos para casos difíciles.

Los gobiernos de toda Europa han anunciado bloqueos de coronavirus más estrictos y prolongados por los temores sobre una variante de rápida propagación detectada por primera vez en Gran Bretaña, y no se espera que las vacunas ayuden mucho durante otros dos o tres meses.

Suiza, que hasta ahora ha dado un toque más ligero para restringir la vida comercial y pública, dijo que cerrará las tiendas que venden suministros no esenciales a partir del lunes 18 de enero.

Además, ordenó a las empresas que instruyeran a los empleados a trabajar desde casa siempre que fuera posible o exigieran que el personal en lugares de trabajo con más de una persona usara máscaras.

Asimismo, redujo a la mitad el límite de reuniones privadas a cinco personas.

También las escuelas permanecen abiertas.

Preocupado por los crecientes casos de mutaciones del virus que se propagan más fácilmente, el gabinete extendió el cierre de restaurantes y sitios culturales y deportivos por cinco semanas hasta fines de febrero, como se propuso la semana pasada.

Las nuevas variantes de Covid-19 aumenta las posibilidades de que el número de casos se duplique semanalmente.

El gobierno es consciente de que las medidas decididas hoy tendrán un impacto económico significativo. No tomamos esta decisión a la ligera", señaló el presidente Guy Parmelin.

Suiza ha cancelado las carreras de esquí alpino de la Copa del Mundo como el clásico de Lauberhorn y ha permitido que las estaciones de esquí permanezcan abiertas, lo que refleja su cautela de imponer duras restricciones económicas.

Las autoridades sanitarias han reportado más de 49 mil casos y 7 mil 851 muertes por coronavirus desde que estalló la pandemia en febrero de 2020.