farcs-antesalaBogotá, Colombia.- (Reuters) - Cinco militares murieron el viernes en un ataque de las FARC en el suroeste de Colombia, horas antes de que comience una tregua unilateral e indefinida que declaró el grupo guerrillero en medio del diálogo de paz con el Gobierno, informó el Ejército.

El ataque se produjo en una zona rural del municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, en donde tropas del Ejército vigilaban una carretera después de la explosión de una bomba que averió parcialmente la vía.

El comando del Ejército dijo que las tropas fueron atacadas con ráfagas de armas de largo alcance y explosivos. Otros siete militares resultaron heridos.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) declararon el miércoles una tregua unilateral e indefinida que comenzará este sábado a las 00:01 horas (0501 GMT), dentro de sus intentos por facilitar la negociación que celebra con el Gobierno para poner fin a un conflicto interno de cinco décadas.

El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos rechazó la condición de la guerrilla para que una organización internacional verifique un cese al fuego y sugirió que continuará con la ofensiva militar contra los rebeldes.

El jefe del equipo de negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, lamentó la muerte de los militares y reiteró que el propósito del diálogo "es el fin de la guerra".

La negociación de paz que se realiza en Cuba y que en dos años ha logrado más avances que todos los esfuerzos previos para lograr un acuerdo de paz, se cumple en medio de la confrontación que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.

Las FARC, que cuentan con unos 8.000 combatientes y se financian del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, ya habían declarado cinco treguas unilaterales y temporales desde que se inició la negociación de paz en La Habana.

Las partes han logrado acuerdos para dar acceso a la tierra a campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico. Quedan pendientes temas complejos como la compensación a las víctimas, el fin del conflicto y la aprobación ciudadana de los acuerdos.

Por otra parte, tres policías murieron en un ataque a balazos de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio de Toledo, en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela.

Ese mismo grupo rebelde secuestró a un alcalde de un pueblo del selvático departamento del Chocó. El Gobierno mantiene contactos con el ELN para iniciar una negociación de paz.